¿Tienes un dormitorio soso y aburrido? ¿Por qué no pruebas a forrar con vinilo adhesivo el mobiliario para personalizarlo? De esta forma conseguirás redecorarlo aprovechando los muebles que ya tienes. Además si con el tiempo te cansas de la nueva decoración, solo tienes que despegar el vinilo ¡y listo!
El pasado verano empecé a personalizar uno de los dormitorios de casa. Realmente es una habitación bastante polivalente que hace la función de dormitorio de invitados y de pequeño taller para mis trabajos DIY.
Está bastante despejado en cuanto a mobiliario porque necesito que haya espacio suficiente para hacer mis tuneos. Todos los muebles son blancos y de la conocida tienda sueca, por lo que al entrar en él daba la sensación de estar viendo una de las páginas de su catálogo.
Como me gusta personalizar lo estándar, pensé en tunear los muebles para darle color al dormitorio. Además aunque sea fan incondicional del blanco (toda mi casa está totalmente pintada de blanco), también necesito unas pinceladas de color que me den alegría y me inspiren, sobretodo en el caso de este dormitorio que es bastante oscuro porque su única ventana da a un patio interior.
A la hora de escoger los colores me guié por una fórmula que no me suele fallar: combinar dos complementarios con uno neutro. En esta ocasión me decanté por el azul turquesa porque transmite serenidad e invita al descanso, el naranja porque es el color de la creatividad y el gris porque es un neutro que hace que los otros dos colores destaquen. Podrás encontrar estos tres colores en este enlace.
Lo primero que hice fue pintar la pared del fondo de la habitación de color azul turquesa, de esta forma creaba sensación de profundidad y ampliaba visualmente las dimensiones del dormitorio. A continuación personalicé la cama que era como la de la siguiente imagen:
Para ello forré con vinilo blanco el frente de los cajones, después dibujé unas líneas en zigzag sobre vinilo de color azul turquesa para simular un estampado chevron y las pegué encima. No parece la misma ¿verdad?
Sobre el frontal de las cajas blancas de tela de la estantería pegué unos triángulos de vinilo de los tres colores elegidos, combinándolos de forma que no coincidieran dos triángulos del mismo color (encontrarás más ideas para decorar con triángulos de vinilo en este enlace).
Después le llegó el turno a la librería, en la siguiente imagen se puede ver el antes y después.
El cambio es muy sutil pero efectivo al mismo tiempo ya que al forrar con vinilo la cara interna de algunos de los cubos, la librería se convierte en otra distinta.
Para finalizar con la decoración del dormitorio hice un mural personalizado para las puertas del armario empotrado.
Después de redecorar el dormitorio, lo que antes era una estancia tirando a sosa se ha convertido en toda una explosión de color. Siempre digo que el gusto personal debe prevalecer por encima de modas y tendencias, por ello en este caso concreto he preferido llenar de alegría un dormitorio neutro y oscuro. Además con la ventaja de forrar con vinilo para personalizar los muebles es que si algún día me canso del tipo de decoración o los colores elegidos, solo tengo que despegarlo y ya está.
Espero que te haya servido de inspiración nuestro dormitorio de invitados, puedes ver más ideas para forrar con vinilo en www.divinoconvinilo.com ¡muchas gracias por comentar y compartir!
Me encanto la técnica de forrar con vinilo. Seguro la voy a aplicar ya que tengo algunos muebles con deterioro.gracias por compartir tu arte .Me parece genial .:soy fiel seguidora!
Muchas gracias Susana, requiere un poco de práctica pero el resultado es bueno. Cualquier duda solo tienes que preguntar
Encantadisima es poco! Con el vinilo mate blanco roto he renovado la habitación de mi hija,tan fácil y tan espectacular que en breve cambio todos los muebles de la cocina!
Gracias por tu comentario Beatriz, me alegra que hayas quedado tan contenta con el resultado